
Los nueve primeros meses de 2022 cierran con retornos muy negativos en renta variable global y renta fija. La situación vivida es excepcional, es el peor año de la historia en carteras con un mix equilibrado entre renta variable y renta fija, marcando un año muy complicado para las inversiones. La deuda pública está experimentando una de las peores caídas de su historia, y no actúa de contrapeso en los retrocesos en renta variable como históricamente ha hecho.
La razón principal de este negativo comportamiento es una inflación mucho más persistente y duradera de lo esperado, que ha obligado a los bancos centrales a "lo que sea necesario" para combatirla, priorizando el control de precios sobre crecimiento. Esta situación ha llevado a un fuerte cambio en las expectativas de subidas de tipos, y ha desplazado las preocupaciones del mercado desde el riesgo de inflación, al riesgo de recesión. Tras la invasión de Ucrania, vimos un repunte de volatilidad de las bolsas, aunque la volatilidad de la renta fija ha sido muy superior ante los discursos cada vez más agresivos de los bancos centrales. Los efectos también se están sintiendo en la economía real, con una reducción de la renta disponible, y con tasas hipotecarias al alza.
Desde un punto de vista macro, las previsiones de crecimiento global se están ajustando a la baja. El principal riesgo es la posibilidad de asistir a un escenario de estanflación; inflación alta combinada con una menor actividad económica, provocada por la menor renta disponible de consumidores, la menor competitividad de la industria y el efecto de subida de tipos.
¿Cuándo se estabilizarán los mercados?
Para que los mercados se estabilicen, sería necesario:
1) un punto de inflexión en inflación;
2) bancos centrales más moderando su discurso de tensión monetaria;
3) menor riesgo sobre crecimiento y resultados empresariales;
4) valoraciones que ya recojan un escenario muy negativo.
Identificar en qué momento el mercado puede terminar de incorporar el deterioro de expectativas, es clave pero tarea ciertamente imposible de predecir. Hay que recordar que el ciclo bursátil adelanta al ciclo económico, y las bolsas suelen hacer suelo 6 meses antes del fin de la recesión, lo que significa que el mercado subirá cuando todavía estemos recibiendo noticias negativas tanto en términos macroeconómicos como empresariales.
En este escenario, Renta 4 Activos Globales FI obtiene una rentabilidad en lo que llevamos de año de -8,9% al cierre del tercer trimestre de 2022 después de depreciarse un -1,9% desde finales de junio. Los mercados de renta variable global corrigen un -26,74% en lo que llevamos de año, con Europa cayendo un -23% y EEUU un -25%. La renta fija global medida por el índice Bloomberg Global Aggregate Total Return corrige un -19,7%. La corrección de los mercados de renta variable y renta fija están generando la peor rentabilidad de la inversión moderada (compuesta por 50% renta variable y 50% renta fija) que se recuerda, cuyo índice estaría cayendo un -23,2%.
La rentabilidad acumulada en los últimos 10 años es de +39% que supone una rentabilidad anualizada del +3,5%. La exposición a bolsa con la que terminamos el mes es del 23,9% un punto inferior al trimestre pasado.
La cartera de renta fija ha dejado de drenar rentabilidad al fondo ya que la subida de los tipos de interés que hemos sufrido este trimestre apenas ha drenado un -0,06% de rentabilidad al fondo. La renta variable por su parte ha generado la mayor parte de las pérdidas drenando un -1,18% y la cobertura de euro/dólar resta un -0,6%.
Los activos que más aportaron a la rentabilidad del fondo en el trimestre fueron: los bonos de KPN, EDF, Just Takeaway y bono estadounidense, y las acciones de Amazon, Boston Scientific y Unilever. Los activos que peor comportamiento sufrieron en el trimestre fueron: la cobertura de euro/dólar, y las acciones de Adidas, Tencent, Align, Deutsche Post y Fresenius.
Por el lado de la cartera de renta fija, los movimientos más relevantes de Renta 4 Activos Globales fueron la adquisición de bonos de Mapfre, Airbus, Cellnex, Glencore, Goldman Sachs, Indra, Meta Platforms, Repsol, Santander, Smurfit Kappa y Volkswagen.
La cartera de renta fija tiene una TIR de casi el 6% con bonos de emisores fiables y una duración de la cartera inferior a los 3 años. Hacía muchos años que no podíamos construir una cartera a unas tires tan altas. En ausencia de eventos negativos que nos sorprendan, el 60% de la cartera que está invertida en renta fija nos va a aportar casi un +20% en solo 3 años. Creemos que hay que estar tranquilos con la cartera de RF del fondo a pesar de la inevitable volatilidad que está siendo muy alta en un activo como es la RF que nos suele acostumbrar con pocos vaivenes.
En la cartera de renta variable dimos salida a Fresenius después del enésimo aviso de menores beneficios y del anuncio de cambio del equipo directivo que retrasará aún más la recuperación de la cuenta de resultados. Llevamos muchos años invertidos en Fresenius y prácticamente no ha habido ningún año que no hayamos tenido que revisar a la baja nuestras expectativas de resultados. En su lugar, dimos entrada a Align Technologies, que es una compañía especializada en ortodoncia, pionera en los alineadores transparentes, donde su marca Invisalign compite con los brackets metálicos tradicionales. Su modelo comercial ha generado un crecimiento muy rentable espectacular desde su creación y la cuota de mercado es todavía muy pequeña en relación al total de mercado de los alineadores dentales. Creemos que los alineadores transparentes seguirán ganando cuota de mercado hasta llegar a ser la principal solución en ortodoncia en menos de una década.
La cartera de RV sigue compuesta por empresas globales en los sectores donde solemos estar invertidos: consumo, tecnología, salud e industriales.
Ver Informe Completo (Documento en Pdf).
Javier Galán Parrado
Tel: 91 398 48 05 Email: clientes@renta4.es