Llevamos varios meses en los que suben las bolsas al mismo tiempo que caen los precios de los bonos de largo plazo. Es una tendencia que puede obedecer a dos factores:
1. Normalización de los mercados de capitales, especialmente de la R.F.
2. Flujo de capitales a favor de la renta variable ("La Gran Rotación")
Aunque, somos muy positivos con el comportamiento de la renta variable para los próximos meses/años, los mercados no suben en línea recta, más bien en forma de dientes de sierra. Después de la subida de la renta variable de los últimos meses, es probable que tengamos algún episodio de consolidación de los niveles alcanzados hasta la fecha. El mercado buscará su pretexto particular.
Hay varios eventos que pueden ser utilizados como justificación de una toma de beneficios:
1. La confirmación por parte de la FED del comienzo de los recortes de los extraordinarios estímulos monetarios en EEUU.
2. El comienzo de la ofensiva militar en Siria
3. La des-correlación del movimiento de las rentabilidades de los bonos de renta fija de largo plazo con el comportamiento de la renta variable y los beneficios empresariales.
Hemos asistido al mayor movimiento de tires de la renta fija soberana de largo plazo de los últimos 30 años, anticipando, sin lugar a dudas, el recorte de los estímulos monetarios (Quantitative Easing).

Históricamente, este movimiento de la renta fija (suben las rentabilidades y caen los precios de los bonos de largo plazo), anticipa un periodo de consolidación de las bolsas de más o menos intensidad. La intensidad de este movimiento dependerá del comportamiento de los beneficios de las empresas, ¿por qué? Porque si los beneficios están mejorando y la inflación está contenida, es el mejor indicador de un buen comportamiento de la renta variable a largo plazo. En caso contrario, las bolsas lo harían bastante mal. Es decir, si la renta fija está subiendo en rentabilidades anticipando subidas de inflación sin una mejora de la economía real, estaríamos hablando de una corrección de mayor calado.
Sinceramente, creo que estamos en el primer caso (especialmente en Europa), es decir, los beneficios empresariales van a repuntar el próximo año y no hay motivos para esperar un repunte significativo de la inflación en el corto plazo, por lo que esperaría una suave corrección de los mercados.
Otro tema es la posibilidad de que el conflicto bélico en Siria se complique más de lo que el mercado está descontando. Esto es imposible de predecir.
Lo que sí parece claro es que en algún momento de antes de final de año, tengamos un recorte más o menos significativo que nos de una oportunidad de comprar a niveles más atractivos de los actuales.