Desde que comenzó la crisis financiera en 2008, la renta variable ha sufrido una caída muy brusca en precio en Europa. Las valoraciones de las empresas han pasado desde 30x beneficios en los máximos de octubre de 2007 a los mínimos a los que cotiza actualmente a niveles de 10x beneficio. En el gráfico inferior se muestra claramente hasta dónde se han ido las valoraciones:

Desde mi punto de vista, la elevada incertidumbre que ha causado la crisis de deuda soberana europea, justifica valoraciones tan deprimidas como las que tenemos actualmente. La visibilidad de beneficios empresariales han sido y son, muy bajas, y ha provocado que la prima de riesgo incremente sustancialmente.
La prima de riesgo que el mercado exige a la inversión en activos europeos se encuentra en máximos históricos, porque entre otras cosas, se pone en duda hasta la viabilidad de la moneda única, el euro. Gran parte de las deprimidas valoraciones de la renta variable europea vienen explicadas por esta variable, la prima de riesgo, que es, en cualquier caso, subjetiva.
En el gráfico inferior se muestra la prima de riesgo que Goldman Sachs estima para la renta variable europea. Como se puede observar, está por encima incluso de la crisis financiera posterior a la quiebra de Lehman Brothers en 2008:

Otra gran macro tendencia de los últimos años, está siendo la huída del ahorro de Europa. Los inversores globales llevan disminuyendo su inversión en Europa durante toda la crisis financiera, la distribución de ese ahorro se está invirtiendo en cualquier área geográfica que no sea Europa. En el gráfico inferior se ve la tendencia de manera muy clara:

Estas dos variables explican notablemente porque EEUU se encuentra en un mercado alcista desde 2009 y Europa, sin embargo, mantiene intacta su tendencia bajista de 2007.
El índice estadounidense S&P 500 ha recuperado la caída del crack del 2008 mientras que los índices europeos como el Euro Stoxx 50 o el Ibex 35, permanecen a la mitad del valor que tenían a principios de 2008 aproximadamente. En el siguiente gráfico, sacado de Bloomberg, se observa nítidamente esta afirmación:

Este comportamiento tan diferente de la renta variable estadounidense frente a la renta variable europea, estaría justificado, si las empresas estadounidense hubiesen hecho crecer su beneficio el doble que las empresas europeas, pero no ha sido así. Las empresas europeas han conseguido hacer crecer su beneficio en tasas similares a las empresas estadounidenses, por lo que lo único que explica el comportamiento de las bolsas europeas y estadounidenses es que EEUU está más cara que Europa.
En los siguientes gráficos se observa la valoración relativa de ambos mercados (fuente JPMorgan):

La conclusión que debemos sacar es que si los países de la zona euro y el Banco Central Europeo, logran desvanecer las dudas que llevan acechando al euro y los países miembros, la renta variable europea tiene mucho que ganar en los próximos años. Y este hecho se justificaría tanto a nivel de valoración, como estadístico y como de flujos de capitales del ahorro.