El año 2011 acabó con un descenso de los principales índices de renta variable europea en el entorno del 15%. Los resultados empresariales tienen una correlación casi perfecta con el comportamiento de la renta variable en el medio plazo. Comparemos a modo de ejercicio el comportamiento de los beneficios empresariales con el de sus respectivas bolsas:
El año pasado el beneficio por acción del Ibex 35 cayó un 7%, el del Euro Stoxx 50 bajó un 9%, el del Euro Stoxx Banks se desplomó un 27%, el del Euro Stoxx 600 subió un 3% y el del S&P 500 creció un 10%. El comportamiento de estos índices explica bastante bien los resultados empresariales, es decir, la rentabilidad anual de los índices reflejó la conducta de las cuentas de pérdidas y ganancias de las empresas exceptuando el Euro Stoxx 600 y el S&P 500 que se descorrelacionaron notablemente ya que acabaron 2011 con rentabilidades de -13% y 0% respectivamente.
En los índices señalados anteriormente, he añadido el índice europeo del sector bancario, por el efecto arrastre que tienen sus resultados en los índices generales. Si excluimos el comportamiento de los beneficios del sector bancario, los beneficios del Ibex 35 hubiesen crecido un 1% y los del Euro Stoxx 50 hubiesen caído solo un 3%.
Para 2012, el consenso de analistas (fuente Bloomberg) espera que el beneficio por acción de los índices a los que hemos hecho mención anteriormente recojan caídas del 16% en el Ibex, del 12% en el Euro Stoxx 50, del 31% en el Euro Stoxx Banks, del 8% en el Euro Stoxx 600 y crecimiento del 5% en el caso del S&P 500. ¿Deberíamos esperar entonces que en 2012 los beneficios empresariales guíen el comportamiento de los índices?.
El estado de las cuentas de las empresas nos debería obligar a adoptar una actitud prudente en la inversión en renta variable, sin embargo, el comienzo del año, ha sido todo lo contrario, todos los índices europeos a excepción del español están obteniendo revalorizaciones del en torno del +10%. ¿Por qué?
Es verdad que las valoraciones de las bolsas están reflejando desde que estalló la crisis de deuda europea, un escenario excesivamente pesimista y la prima de riesgo que asume el mercado a la hora de invertir en la economía europea es excesivamente alta. Pero el verdadero motivo del buen tono de los mercados desde el comienzo de este año es la abundante liquidez que están inyectando a la economía los principales bancos centrales del mundo desarrollado.
La liquidez está consiguiendo algo muy difícil de ver, casi todos los activos de inversión están subiendo con fuerza: los mercados de deuda pública, la deuda corporativa, los mercados de acciones y las materias primas. En mi opinión no es sostenible el ritmo de apreciación de los activos, la liquidez no puede ser inyectada eternamente a estos ritmos sin que esto cree un problema de inflación a medio plazo que vuelva a restringir las políticas monetarias expansivas.
Estoy convencido de que la renta variable será el activo ganador de esta crisis, pero de las crisis de deuda excesiva solo se sale desapalancando la economía tanto a nivel del sector público como del sector privado, y no se va a arreglar con dos meses de lluvia de dólares y euros.
Por Javier Galán
Gestor de renta variable de Renta 4 Banco