Renta 4 Valor FI ha obtenido un resultado de +1,3% en el mes de febrero, salvando la corrección de las bolsas europeas en donde el Ibex ha caído un -1,6% y el Euro Stoxx 50 un -2,6%. Renta 4 Valor FI, sitúa su rentabilidad anual en +3,6% frente a +0,8% del Ibex y del -0,1% del Euro Stoxx 50. Aunque es muy pronto para valorarse, Renta 4 Valor FI se sitúa en el primer decil del ranking de los fondos de inversión que invierten en Europa.
La descorrelación del comportamiento del fondo frente a la rentabilidad de los principales índices europeos se debe totalmente a la selección de compañías. La presentación de resultados de las compañías europeas, causan volatilidad y demuestra si algunas de las tesis de inversión por las que estás invertido en determinadas compañías, son ciertas o estás equivocado.
Kerry Group, Schindler, Ericsson o Gamesa son algunas de las compañías que han presentado resultados que han batido las expectativas del mercado y que más han aportado a la rentabilidad mensual de Renta 4 Valor FI. Por el contrario, CAF, Portugal Telecom, Aperam y BMW han defraudado por su comportamiento, aunque las mantenemos en cartera porque confiamos plenamente en sus negocios y equipos directivos.
Este mes hemos recibido dividendos de Kone y Shell. Durante los próximos trimestres recibiremos la mayoría de los dividendos de las compañías que tenemos en cartera, que en algún caso como Total Fina, Sanofi, Thales, Michelin o Ahold, son muy significativos.
El peor comportamiento de sectores como el bancario, telecomunicaciones, recursos básicos y eléctricas, donde Renta 4 Valor FI carece o tiene muy poca exposición, ha favorecido sin ninguna duda a la buena rentabilidad del mes.
Aunque no se ha rotado mucho la cartera debido al comportamiento plano de los índices, sí que hemos realizado algunas incorporaciones relevantes en el fondo. Hemos incorporado a Total Fina para incrementar nuestra ponderación en el sector petrolero que nos parece que está baratísimo y Deutsche Boerse que volvemos a incorporar a la cartera después de venderla a finales del año pasado. Otras incorporaciones poco significativas han sido: Heineken, Endesa, MTU Aeroengines, DSM y Saipem.
Aunque el mes ha tenido un comportamiento ligeramente negativo en la renta variable europea, sí que hemos vivido, especialmente la última semana, momento de más volatilidad, creada básicamente por dos frentes: por un lado el sorprendente resultado de las elecciones italianas, que no hacen más que demostrar la pérdida de confianza de los ciudadanos sobre la clase política. Y la sensación de que los extraordinarios estímulos monetarios en EEUU van a finalizar más pronto que tarde.
Bernanke y Draghi, se apresuraron a mandar al mercado mensajes continuistas de las políticas monetarias actuales la última semana del mes, y tranquilizar de este modo a inversores.
El panorama de inversión en renta variable debería seguir estando favorecido por la ingente cantidad de liquidez que proporcionan los principales bancos centrales desarrollados, el mantenimiento de positivos crecimientos globales y la baja inflación esperada.
Sin embargo, los mercados nos han mandado un mensaje bastante claro. Relajaciones en la intensidad de los estímulos monetarios van a provocar meses de mayor volatilidad y correcciones más o menos intensas. Debemos estar preparados para esta situación que de un modo u otro ocurrirá.
Desde mi punto de vista, el momento en el que la Reserva Federal reduzca su programa de Quantitative Easing, provocará el punto de partida a la tan deseada: Gran Rotación.
La Gran Rotación (The Great Rotation), explica el esperado cambio de ponderación desde activos de renta fija a activos de renta variable de los principales distribuidores de capital del mundo (aseguradoras y planes de pensiones). A día de hoy, aunque sí que está habiendo incrementos de flujos de inversión a los fondos de renta variable, éstos no son significativos en ningún caso. Es más, la entrada de dinero en activos de renta variable se está produciendo sin salidas de capital de activos de renta fija.
El motivo principal es que los activos de renta fija todavía no obtienen retornos negativos. En el momento en el que estos activos tengan rentabilidades significativamente negativas, los inversores empezarán a equilibrar sus inversiones hacia activos de renta variable. Ese momento no ha llegado todavía, y cuando llegue será escalonado.
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