
Renta 4 Valor Europa FI obtiene una rentabilidad de -7,4% en el primer trimestre de 2022. La rentabilidad acumulada en los últimos 10 años es de +106,82% que supone una rentabilidad anualizada del +7,53% y +10,7% anual. Desde su creación a finales de 2009, la rentabilidad obtenida es de +120% que supone una rentabilidad anualizada del +6,6% y +9,7% anual. La exposición a bolsa con la que terminamos el primer trimestre del año es de 93,9%.
En cuanto al comportamiento de las empresas que componen la cartera de Renta 4 Valor Europa FI, destacan la aportación de Anglo American, Glencore, Antofagasta, AstraZeneca, TotalEnergies, Sonova, Medtronic, Air Liquide, Novartis y Sanofi. Mientras que las compañías que peor comportamiento tuvieron fueron Prosus, Lanxess, Deutsche Post DHL, Eurofins, ASML, Adyen, Siemens, Adidas, Infineon y Siemens Healthineers.

Durante el trimestre, se ha reducido la posición en Anglo American, Antofagasta, Glencore, Intuitive Surgical, Fresenius, ABInbev y Worldline. Por el lado de las compras, destacan el incremento de la ponderación en: Rentokil, Lanxess, Unilever, Deutsche Post, Adidas, Linde, TotalEnergies y Adyen.
A pesar de que sectores donde tenemos mucho peso como el tecnológico, consumo del hogar, consumo discrecional e industrial, han tenido un peor comportamiento relativo en el trimestre, y de que no poseemos exposición al sector financiero y telecomunicaciones, y tenemos poco peso en el sector energético. Las compañías de recursos básicos (mineras), y las compañías del sector salud, han servido de balanza en la fuerte rotación a la que hemos asistido en estos tres primeros meses del año para amortiguar la corrección de la bolsa europea hasta la fecha y conseguir una rentabilidad casi dos puntos superiores al comportamiento de la bolsa europea.

El comienzo del año para las empresas que componen la columna vertebral de Renta 4 Valor Europa FI estaba siendo difícil con correcciones de hasta el -30% en algunas compañías con elevado peso en el fondo como Prosus, Infineon, Deutsche Post DHL o Adyen. Aun así, el fondo ha vuelto a ser muy resistente en los peores momentos de nerviosismo de febrero y marzo, prácticamente no sufriendo corrección alguna, mientras que la bolsa europea casi ha caído un -7% entre febrero y marzo, lo que nos ha permitido acabar el trimestre por encima de la rentabilidad de la bolsa europea con una ligera corrección.
Para conocer la situación en la que nos encontramos económica y monetariamente en la actualidad, es imprescindible conocer las implicaciones que están teniendo todos los eventos y shocks externos de los últimos 2 años.
En primer lugar, venimos de una pandemia que tuvo un parón económico sin precedentes al igual que una respuesta monetaria y fiscal también sin precedentes. La reapertura económica y social, y el espectacular rebote económico del 2021, ha generado ciertos cuellos de botella en muchas industrias que ha presionado costes y precios desde las materias primas a los logísticos, pasando por fuertes revalorizaciones de los activos financieros y reales.
En 2022 comenzábamos con una tendencia positiva en términos de crecimiento, pero con elevada inflación que hacía presagiar subidas globales en los tipos de interés para ralentizar las tasas de crecimiento y así frenar la escalada inflacionista. La invasión rusa de Ucrania ha tensionado aún más los precios de las materias primas y la inflación, añadiendo un riesgo al crecimiento económico con el que no contábamos los analistas económicos.
El cambio de expectativas ha sido tan abrupto, que los precios de la renta fija han tenido la mayor caída de los últimos 30 años y la tercera mayor caída del precio de los bonos gubernamentales estadounidenses de la historia, lo que ha provocado un comportamiento de la renta fija muy negativo. Como llevamos comentando desde hace meses, un activo como la renta fija que suele amortiguar las correcciones de la renta variable en los perfiles mixtos, no solo no está amortiguando si no que es el causante de la mayor parte de las pérdidas que llevamos en el año. No hay activo refugio exceptuando el efectivo en los mercados financieros, que además en Europa tiene todavía tipos negativos.


El mundo de las inversiones siempre ha tenido problemas y riesgos a los que enfrentarse, y sin embargo la tendencia natural de los mercados siempre ha sido positiva. El conjunto actual de los riesgos es quizás más complejo de lo habitual por las implicaciones cruzadas en los diferentes tipos de activos. La inflación alta y más persistente de lo que esperábamos, un giro global hacia la regionalización, una escasez de mano de obra en países con pleno empleo y la ausencia de la renta fija como activo seguro de la cartera, son tendencias muy diferentes a las que hemos disfrutado las últimas décadas.
Si a este escenario le añadimos la cercanía a una inversión de la curva de tipos de interés (tipos a 10años - tipos a 2 años), que históricamente ha predicho con bastante acierto la cercanía a una recesión económica, nos encontramos con uno de los momentos de mayor complejidad para conseguir rentabilidades atractivas en el corto plazo, ya que debemos prepararnos para una revisión a la baja tanto del crecimiento económico global como de los beneficios que generarán las empresas este año.

La guerra rusa-ucraniana está disimulando de alguna manera la situación tan compleja a la que se enfrentan los mercados los próximos trimestres. Si bien al mercado recibirá positivamente el final del conflicto bélico, es probable que las sanciones no desaparezcan inmediatamente, por lo que la presión sobre el suministro de materias primas puede permanecer durante más tiempo del deseado.
Las guerras que hemos tenido en el pasado, como la guerra de Corea, la guerra del Golfo, la guerra Árabe-Israelí y la Segunda Guerra Mundial) han soportado movimientos muy rápidos de los mercados con una corrección más o menos intensa (entre -40% y -13%), y una subida de los mercados posteriormente igual de rápida e intensa.

¿Y entonces qué hacer en este escenario?
En el corto plazo los mercados se mueven por flujos, liquidez, valoraciones y beneficios. En el medio plazo, los mercados se mueven por valoraciones y beneficios. Y en el largo plazo, la variable más importante que explica el comportamiento de los mercados, son los beneficios. Cuánto mayor horizonte temporal tengamos, más se simplifica el análisis y mayor probabilidad tenemos de estar acertados.
Al ser Renta 4 Valor Europa FI un fondo de renta variable europea, no tenemos cartera de renta fija que es el activo que en nuestra opinión está en una situación más complicada para la toma de decisiones. Tenemos una cartera de renta variable europea muy globalizada y diversificada, de elevada calidad, con crecimientos muy visibles y fiables, con bajos niveles de endeudamiento, elevados márgenes, con poder de fijación de precios para trasladar el incremento de los costes por la inflación, altos niveles de generación de caja y enormes ventajas competitivas en sectores atractivos que siguen creciendo.
Esta composición de la cartera nos va a permitir capear el complejo escenario económico actual y salir del mismo fortalecidos ya que tenemos una cartera de acciones que se va a beneficiar considerablemente del escenario actual inflacionista. Aunque en un primer momento algunas de las compañías en cartera sufran una contracción de márgenes coyuntural, cuando la inflación provocada por el incremento del precio de las materias primas cese, las subidas de precios que están acometiendo actualmente la mayor parte de las compañías en cartera, resultará en estados financieros con mayores ventas, mejores márgenes y beneficios más altos que redundará en una mayor valoración de las empresas.
Los mercados actualmente están correctamente valorados en Europa y algo más caros de lo habitual en EEUU. El cambio de expectativas de tipos de interés ha originado un movimiento un tanto absurdo en nuestra opinión, entrando flujos de capital a sectores considerados "value" por estar más baratos, aunque con débiles expectativas de crecimiento de los beneficios. Y vendiendo otros sectores y empresas que, teniendo unas buenas perspectivas de crecimiento, están a valoraciones más exigentes (justificadamente desde nuestro punto de vista). Las empresas no pasan a ser buenas porque haya inflación y los tipos de interés sean más altos, no nos equivoquemos.
La cartera de acciones de Renta 4 Valor Europa FI ha sufrido un de-rating superior a la corrección del valor liquidativo en tanto en cuanto, el fondo está más barato que la caída que ha sufrido la cartera de acciones. Este hecho se explica porque los beneficios de las compañías que tenemos en cartera creemos que van a seguir creciendo y las cotizaciones no han seguido la tendencia de sus beneficios en estos últimos meses de rotación sectorial.
El 8 de marzo, en los mínimos de las bolsas europeas, el Euro Stoxx y el Euro Stoxx 50 llegaron a cotizar a 376 y 3.380 puntos respectivamente, que suponían correcciones del -23% desde máximos. En nuestra opinión, estos niveles estarían descontando una caída de los beneficios muy cercana al -10% y las valoraciones - incorporando esas pesimistas expectativas - estarían en terreno atractivo.

Creemos, por tanto, que la cartera de Renta 4 Valor Europa FI, de mucha mayor calidad que la composición de los índices de renta variable europea, tiene un potencial de revalorización muy relevante para los próximos años y un potencial a la baja reducido en tanto en cuanto, las valoraciones actuales son suficientemente bajas como para evitar una caída sustancial incluso si nos encontrásemos con un escenario más pesimista en cuanto al crecimiento económico de lo esperado en la actualidad.
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Javier Galán Parrado
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