
La rentabilidad desde lanzamiento del fondo (2007) es de un +60% lo que implica un 3,5% anualizado.
El optimismo de los mercados descansa sobre la expectativa de una mejoría economía a partir del segundo/tercer trimestre ayudado por la vacunación de la población. En comentarios anteriores, ya hemos señalado que el escenario futuro poco tendría que ver con el actual. La foto en la segunda parte de año podría ser de un fuerte crecimiento económico mundial, apoyado por unos bajos tipos de interés, estímulos fiscales pocas veces visto y un consumo que se verá beneficiado de una tasa de ahorro alta de las familias. En el debe del escenario actual, está el aumento de la deuda pública de los gobiernos, pero que, gracias al apoyo de los bancos centrales, se siguen financiando a unos tipos excepcionalmente bajos en un contexto histórico.
Una derivada de las políticas aplicadas es la posible aparición de presiones inflacionistas. Ya estamos viendo subidas importantes de las materias primas y los tipos de interés a largo plazo han empezado a subir, lo que está centrando la atención del mercado. Hay que tener en cuenta que una parte importante de las subidas del mercado en los últimos años descansa en la ausencia de alternativas de inversión. Este mes el bono americano a 10 años ha llegado a alcanzar el 1,6% (0,5% en agosto pasado). En todo caso, hoy estamos muy lejos de un escenario donde veamos tipos de interés del pasado ... y más todavía en Europa, donde hay que recordar que una parte muy importante cotiza a tipos negativos.
Este mes nos han penalizado nuestras inversiones en renta variable (exposición del 5%) y oro (2%). La renta fija no ha sumado, pero tenemos poca duración en la cartera (incluso futuros de renta fija vendidos) con lo que no ha habido gran impacto por la subida de tipos de interés comentada. Las inversiones de bonos que tenemos en USA son a tipo flotante con lo que una eventual subida de tipos de interés le favorecería. En Europa, hemos vendido algunas referencias que manteníamos y que no eran atractivas, bien por el tipo de interés o por duración (o ambas) y hemos aumentado el peso de pagarés de empresas y hemos comprado un convertible de Just Eat Takeaway. Se trata del típico valor sin rating y por tanto fuera de la órbita del BCE y cuyo atractivo descansa en la evolución de la acción en los próximos años. Al ser convertible, no participamos de posibles caídas en el precio de la acción y si de las subidas, teniendo que alcanzar la acción el precio de conversión.
En renta variable, hemos aumentado ligeramente nuestras inversiones hasta el 5% del patrimonio. Como hemos dicho en anteriores ocasiones, incluso para un inversor conservador tiene sentido tener una pequeña posición en renta variable viendo cómo cotizan los bonos de renta fija. Hoy además nos encontramos que las compañías de calidad, que son las que en el medio y largo plazo tienen retornos superiores, no están de moda ya que el mercado está premiando a compañías más cíclicas, con lo que encontramos niveles atractivos.
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Miguel Jiménez Sierra
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