Renta 4 Pegasus cierra el año 2021 con una subida del 0,6% después de anotarse un alza de +0,2% en diciembre. La rentabilidad desde lanzamiento del fondo (2011) es de un +60,2%, lo que implica un 3,3% anualizado.
La clase institucional ha logrado una rentabilidad en el año del +0,9%, mientras que en la clase P la rentabilidad ha sido de +1%.
Dos años después de que apareciera el coronavirus, el mundo sigue buscando una salida de la pandemia. A pesar de esta situación y de las nuevas variantes, los mercados de renta variable han registrado subidas en la mayoría de los casos de doble dígito. En renta fija el comportamiento ha sido peor, con caídas en los precios de la deuda pública y bonos de mayor calidad crediticia (entre un 1% y el 3% dependiendo de la duración) y ligeras subidas en los bonos de high yield. El dólar se ha apreciado 7% mientras las materias primas han subido en términos generales destacando el petróleo (+52%) y con la excepción del oro y plata.
No hemos hecho grandes variaciones en la composición de la cartera durante el año. Para un inversor conservador consideramos que la mejor estrategia es tener una cartera diversificada en bonos de compañías con poca duración, entre los que podemos incluir pagarés de empresa y una exposición limitada a la renta variable, así como un % en liquidez a la espera de mejores oportunidades.
El mercado de renta fija no es muy atractivo en términos generales como venimos diciendo en los últimos años debido a los bajos tipos de interés y la intervención de los bancos centrales. Aun así seguimos encontrando valor en bonos de compañías que no tengan rating (Indra) o estén penalizados por las agencias de rating (Cellnex, Grifols), algunas de las cuales operan en el sector tecnológico (Uber, Just eat Takeaway, Neflix). Por otra parte, seguimos invirtiendo en bonos de compañías "en situaciones especiales" (OHL, Día), que conocemos bien y que hoy siguen teniendo rentabilidades cercanas al 10% después de haber subido en el año un 38% y 23% respectivamente.
Nuestro enfoque en el fondo ha sido el de preservación de capital, lo que no quita que esperásemos algo más de rentabilidad este año. Lo que nos ha perjudicado paradójicamente han sido nuestras inversiones en renta variable, que han tenido un mal comportamiento en el año. Alibaba, Grifols y Día (1% del patrimonio cada una) han caído > 30% lo que ha drenado la rentabilidad.
La búsqueda de empresas excelentes, con exposición global, en sectores de crecimiento, con barreras de entrada y por tanto con ventajas competitivas sostenibles, lideradas por buenos equipos gestores es el núcleo de nuestra estrategia de inversión. Está en nuestro ADN y éstas son las compañías en las que queremos invertir porque estamos convencidos que son las inversiones que en el medio plazo nos darán más rentabilidad. Alibaba y Grifols tienen todas las características anteriores y por eso forman parte de nuestra cartera. Entendemos que hay factores que les han penalizado en 2021 pero en términos generales la tesis de inversión no ha variado y después de las caídas en los precios, la inversión es lógicamente más atractiva.
El caso de Día es diferente. Aquí no estamos hablando de un campeón global sino de una valoración ridícula a estos precios y más hoy, una vez que no hay riesgo financiero después de la ampliación de capital a la decidimos acudir. Las valoraciones de compañías comparables en mercado o transacciones realizadas últimamente en el mercado español implican precios muy superiores a la cotización actual.
Empezamos el año en el fondo con una exposición neta a bolsa limitada del 6%.
En la parte de bonos también nos ha penalizado la inversión en bonos convertibles de Just Eat Takeaway. Nos gusta el sector en el que opera (delivery) y su posición competitiva (nº 1 o 2 en Alemania, Holanda, UK, Israel, Australia, España, Brasil ...) pero sobre todo la rentabilidad de 3,8% a 6 años que contrasta con rentabilidad del 0,6% de bonos de compañías investment grade para el mismo plazo.
En la parte positiva, el hecho de haber tenido poca duración en la cartera de renta fija con futuros vendidos sobre el bono alemán y americano y la ausencia de bonos del Estado nos ha beneficiado. En nombres, destacan los bonos de OHL, que como he dicho anteriormente han subido un 38% (ya ajustado con el canje de los bonos realizado) y en los que seguimos positivos.
Una enseñanza que podemos extraer de esta inversión es que por encima de todos los titulares/noticias negativas/volatilidad del día a día que hemos sufrido en los últimos años lo más importante son los fundamentales de la compañía y el conocimiento de la misma. En este caso, se trataba y se trata de una empresa no sin riesgo pero que éste estaba muy bien pagado con lo que tenía (y tiene) sentido estar invertido dentro de una cartera muy diversificada. Esperamos que los Alibaba, Grifols, Día... nos den el mismo rédito en los próximos años.
Los movimientos de los mercados casi nunca reflejan las características de la cuenta de pérdidas y ganancias en el corto plazo, pero sí en el largo plazo, como refleja el gráfico inferior. Es una idea tan simple como importante para los que nos dedicamos al mundo de la gestión de activos.
Otros activos que han aportado a la rentabilidad este año han sido los bonos de Indra y Santander UK.
En todo caso, no podemos olvidar que el mayor factor que ha aportado a la rentabilidad es el haber estado invertido al haber cobrado cupones/dividendos que han aportado al comportamiento del fondo. Empezamos el año con una inversión del 75% del patrimonio en renta fija (incluyendo pagarés).
De cara a 2022 seguimos con el mismo enfoque que hasta ahora. Si acaso podríamos acentuar nuestras inversiones que han tenido un mal desempeño hasta la fecha. También mantenemos el deseo de aumentar algo más nuestra posición en renta variable. Los dividendos (flujos de caja generados) de muchas compañías tienen una rentabilidad >4% en muchos sectores y esta rentabilidad contrasta con los tipos de interés de la renta fija. Por otra parte, en términos generales, hay que comentar que el mercado de renta variable es hoy menos atractivo que hace 12 meses después de las alzas registradas y un empeoramiento del entorno económico debido a la aparición de presiones inflacionistas. Como siempre y quizás más importante en 2022 debido a la madurez del ciclo bursátil, la clave será ser selectivo en nuestras inversiones, que espero hayan quedado explicadas en estas líneas.
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Miguel Jiménez Sierra
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