
La rentabilidad a 3, 5 y 10 años es de:
A 3 años: +11,9% (+3,8% anualizado)
A 5 años: +24,4% (+4,5% anualizado)
A 10 años: +38,2% (+3,3% anualizado)
Los activos que más han aportado en el mes han sido: Sanofi, Siemens, Repsol, Glencore, UPM, Shell y Roche. Por el lado negativo: Fresenius, Airbus, Unilever, SPDR Gold y Facebook fueron los activos que peor se comportaron.
Los cambios más relevantes en la cartera han sido la incorporación de IAG y el incremento en Airbus, Healthineers y Glencore. En el mes han salido de la cartera con importantes revalorizaciones Vinci y UPM.
El movimiento más destacable del mes de septiembre ha sido el movimiento de recuperación de las tires después del desplome de las mismas durante los últimos meses que ha provocado una rotación sectorial desde compañías defensivas y de crecimiento hacia los sectores más cíclicos y que más barato se encuentran en términos de valoración.
El fondo mantiene un porcentaje de renta variable más elevado en compañías defensivas, aunque también tenemos compañías a valoraciones muy baratas aunque sean más cíclicas como Glencore, Aperam, Siemens, Lanxess, Repsol y Shell, y este mes incorporamos a otra compañía a valoraciones muy bajas como es IAG.
IAG tiene una posición de liderazgo en el hub de Heathrow (segundo aeropuerto más grande del mundo), lo que le confiere una barrera de entrada muy relevante frente a otras aerolíneas que no pueden expandirse de manera realista en el aeropuerto para aumentar la competencia. Creemos que IAG tiene herramientas suficientes para driblar exitosamente los riesgos relativos al Brexit. Aunque el sector de aerolíneas no es un sector que nos guste especialmente, creemos que el mercado está valorando a la aerolínea incorrectamente y que a 4x PER y 10% FCFy la acción cotiza con excesivo descuento a una valoración razonable de sus activos.
Durante el mes de septiembre hemos tenido varios datos débiles en cuanto a la actividad industrial. El PMI de la zona del euro volvió a caer con especial deterioro de la economía alemana que se encuentra en el nivel más bajo desde finales de 2012.
En los Estados Unidos, el índice de confianza del consumidor cayó más de esperado en septiembre, lo que refleja disminuciones tanto en las condiciones actuales como en las expectativas.
Aunque reconozcamos la desaceleración del crecimiento mundial y las exigentes valoraciones de algunos de los índices de renta variable y sectores, creemos que no vamos a tener una recesión en los Estados Unidos o Europa en los próximos meses, de hecho, esperamos que el crecimiento mejore en 2020 a medida que la flexibilización de las políticas monetarias vaya teniendo su efecto, y sobre todo si se evita una escalada en la guerra comercial. Debemos tener en cuenta que la mayor parte del deterioro macroeconómico de los últimos meses se debe, en nuestra opinión, a las repercusiones que están teniendo en las inversiones los vaivenes en cuanto a los aranceles que están teniendo su repercusión más evidente en los indicadores de los sectores industriales y más dependientes de la inversión. El consumo sigue razonablemente fuerte lo cual no es de extrañar con los bajos niveles de desempleo en las principales economías del mundo. Es difícil vislumbrar una recesión con los niveles de desempleo actuales.
Los sectores más cíclicos han tenido un rendimiento sustancialmente menor a los defensivos durante la mayor parte de 2019, lo que creemos refleja lo comentado anteriormente en cuanto a la debilidad de los sectores manufactureros. Desde finales de agosto, hemos visto una rotación hacia sectores más cíclicos que obviamente puede tener mayor continuidad, sin embargo, nos parece poco probable que sin una mejora de las perspectivas macroeconómicas y sin vislumbrar un acuerdo comercial entre EEUU y China en el corto plazo, esta tendencia se vaya a producir en línea recta. A día de hoy los sectores que peor comportamiento han tenido en lo que llevamos de año son: Bancos, Telecomunicaciones, Petróleo, Recursos Básicos, Automóviles y Turismo & Ocio que son los que cotizan a valoraciones más baratas pero también los más dependientes del ciclo económico.
Fieles a nuestra filosofía de inversión, seguiremos equilibrando la cartera de renta variable del fondo entre nombres de alta calidad defensivos a valoraciones razonables, con empresas baratas y algo más dependientes del ciclo para estar preparados para beneficiarnos de la posible mejora económica en el 2020 o amortiguar los vaivenes de las bolsas en el caso de un peor comportamiento de las economías mundiales.
En 2019 hemos incrementado en dos de las temáticas más evidentes de crecimiento estructural para los próximos años (Salud y Tecnología relacionada con la digitalización, nube, Inteligencia Artificial, streaming, gestión de datos, publicidad on-line y e-commerce). En el sector de salud mantenemos un peso relevante a través de la inversión en acciones de: Fresenius, Healthineers, Bayer, Sanofi, Roche y Reckitt Benckiser, en total casi un 30% del porcentaje destinado a renta variable está invertido en el sector salud que supone un 6% del total del patrimonio.
En el sector tecnológico el peso también es relevante, aunque algo menor que el que tenemos en salud. Applied Materials, Alphabet, Facebook, Amazon y Vivendi componen la exposición al sector tecnológico global con importantes oportunidades de crecimiento en los próximos años. Casi el 12% del porcentaje destinado a renta variable y un 2,5% del total de patrimonio del fondo está invertido en el sector tecnológico.
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Javier Galán Parrado
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