
Renta 4 Activos Globales FI se revalorizó un +1,7% en agosto por lo que seguimos recuperando el terreno perdido en los meses de febrero y marzo, y dejamos la rentabilidad en -2,2% en lo que llevamos de año, sustancialmente mejor que los índices europeos y español, y por debajo de la bolsa estadounidense que sigue sorprendiendo positivamente gracias al fuerte impulso del sector tecnológico y especialmente de las FAAMG (Facebook, Apple, Amazon, Microsoft y Google) que siendo las compañías más grandes del mundo llevan una revalorización cercana al 100% en lo que llevamos de año. La exposición a bolsa se mantiene cercana al 27% que es muy similar a la que teníamos al finalizar julio. A más largo plazo, Renta 4 Activos Globales FI obtiene una rentabilidad de +41,5% a 10 años, que supone un +3,5% anualizado que es más que razonable para la baja volatilidad y riesgo asumido.
Destaca la aportación la cobertura de euro/dólar que es el activo que más nos ha aportado tanto en julio como en agosto pasando de 1,1€/$ al 1,2€/$ actual. Los activos que más y menos han aportado al fondo en el mes de agosto han sido:

Una vez más, el mercado nos recuerda que intentar adivinar que va a hacer el mercado en el corto plazo es perder el tiempo. A pesar del enorme escepticismo de la comunidad inversora en los últimos 6 meses, la recuperación de los mercados financieros globales está siendo en forma de ?V?, si bien es cierto que los índices son una media de comportamientos y si profundizamos, nos damos cuenta que la recuperación ha sido extraordinariamente desigual entre sectores. El mercado ha reflejado de forma sorprendentemente rápida, la mejora esperada de las expectativas económicas, las bajadas de tipos de interés, inyección de liquidez histórica de los bancos centrales y las ayudas en forma de estímulo fiscal de los gobiernos.
La realidad es que casi todas las recesiones provocadas por eventos externos y no por desequilibrios estructurales, vienen acompañados, al menos en un primer momento, por una recuperación rápida. Los PMI globales de manufactura y servicios se han recuperado rápidamente a los niveles de febrero por encima de 50, y las revisiones de los beneficios también llevan recuperándose desde hace unas semanas después de la presentación de resultados del primer semestre del año por parte de la mayoría de las empresas cotizadas.
En cualquier caso, como llevamos comentando desde el principio de la crisis, las valoraciones de las empresas no cambian prácticamente nada por un año de beneficios deprimidos, lo importante es filtrar entre las empresas con disrupciones estructurales, las que van a seguir creciendo y las que no volverán a obtener los mismos beneficios nunca más. En este sentido, las bolsas en marzo parecían descontar beneficios deprimidos durante muchos años y ahora el mercado quiere descontar una "nueva normalidad" quizás de una manera demasiado rápida y optimista.
Hay un hecho relevante en el desarrollo de la crisis, las ventas minoristas ya están creciendo interanualmente, mientras que la producción industrial se ha quedado rezagada. Esto podría deberse a la reducción de inventarios dada la incertidumbre económica y las fricciones en la cadena de suministro provocadas por el Covid-19. Si es así, pronto se iniciará un ciclo de reposición de inventarios por lo que es probable que la producción industrial se recupere enérgicamente en el segundo semestre de 2020 (con el permiso de un potencial segundo confinamiento masivo por culpa de un virtual deterioro fuerte del desarrollo de la pandemia).
Como comentaba anteriormente, los mercados de renta variable se encuentran en máximos previos al Covid, pero la recuperación no ha sido igual en todos los sectores. Mientras que los sectores de tecnología están por encima de los máximos previos, y los sectores de salud, consumo estable, retail, industrial y materias primas ha recuperado toda la caída de marzo, los sectores bancarios, asegurador, petróleo o viajes & ocio están muy por debajo de los niveles previos a la crisis del coronavirus.
El culpable del crash bursátil y la mayor caída del crecimiento trimestral de la historia ha sido un virus, respondido vehementemente por políticas sin precedentes tanto monetarias como fiscales que han provocado la mayor inyección de liquidez de la historia. La recuperación creemos que seguirá su ciclo los próximos meses al no ser que volvamos a tener otro cierre social con medidas de confinamiento masivo global como en marzo y abril.
En cualquier caso, parece evidente que la pandemia del COVID-19, mantendrá muchos cambios de comportamiento que fueron forzados a la sociedad por el distanciamiento social. Las personas que se han acostumbrado a trabajar desde casa, comprar on-line y usar Internet para socializarse continuarán haciéndolo, y eso marca un antes y un después. La sociedad va a ser diferente a la que teníamos antes.
En medio de un gran cambio estructural, se identifican a primera vista a los perdedores y a los ganadores. Es probable que los mayores perdedores sean: partes del sector inmobiliario (centros comerciales, retail y oficinas fundamentalmente) y la industria de viajes especialmente en los viajes de negocios. En cuanto a los ganadores: el sector salud y el sector de la tecnología de la información son los evidentes vencedores en el mundo post-covid.
En este sentido, nuestra cartera de acciones tienen sobre-exposición a estas dos mega-tendencias evidentes para los próximos años de lo que nos hemos beneficiado en lo que llevamos de año, pero mantenemos exposición a empresas que se van a ver muy beneficiadas por la vuelta a la "nueva" normalidad que se avecina. Hay sectores/empresas que solo pueden justificar su valoración actual por una extrapolación de la situación deprimida extraordinaria actual al futuro, y estamos convencidos de que cuando veamos la salida definitiva a la crisis del coronavirus, muchas compañías que están tan baratas y deprimidas van a sorprender al mercado con revalorizaciones superiores al 100%-200% en muchos casos.
Por este motivo creemos que la mejor manera de obtener rentabilidad futura, asumiendo el menor riesgo tiene que venir de la mano de conjugar y equilibrar nuestras dos filosofías de inversión (Quality Investing & Value Investing), porque como ya ha ocurrido en el pasado, concentrar la cartera de renta variable en solo unas pocas temáticas o sectores dan lugar a frustraciones futuras cuando no se obtiene la rentabilidad esperada. En algún momento de los próximos meses, habrá una rotación sorprendente desde los sectores ganadores a los sectores menos beneficiados por la situación actual y no queremos perdernos la obtención de esa rentabilidad extra que creemos nos está permitiendo actualmente el mercado con la valoración que hace de algunos negocios.
En conclusión, las valoraciones del mercado son más exigentes pero distan mucho de una valoración preocupante. Es cierto que hay empresas globales de altísima calidad a valoraciones caras, pero que creemos que van a seguir creciendo fuertemente, y empresas muy afectadas por la crisis del coronavirus que se encuentran con beneficios muy deprimidos y valoraciones normalizadas que serían muy baratas. Tener una cartera de acciones que equilibre ambas oportunidades creemos nos seguirá confiriendo buenos retornos para los próximos años.
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Javier Galán Parrado
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